Me doy cuenta que por muchos años traté de tener una vida normal, ser una persona común y corriente, ocultando todo lo sucedido y no queriendo llamar la atención.
Yo sabía internamente que podía ser un ejemplo para otros, pero no me atrevía, estaba lleno de temores, inseguridad, incertidumbre del futuro, pensaba que mientras estuviera con cicatrices y un ojo ciego no podía ser un ejemplo.
Pero un día desperté y me di cuenta que no importa mi apariencia, que sigo siendo igual de valioso, que sería un desperdicio de mi vida sino llevo mi historia a otras personas, me di cuenta que era un egoísta al querer guardarme lo bueno y lo malo, era un egoísta porque allá afuera existen muchas personas que desean escuchar esos testimonios de superación, para atreverse a luchar.
Por eso quiero compartir toda mi vida, éste es uno de los propósitos de mi vida, que no puedo ni debo ocultar, porque existen muchas personas que necesitan esas palabras, necesitan saber que es posible salir adelante, que la vida todavía es bella.
Ahora 18 años después del accidente, quiero contar mi historia, donde hubo mucha vergüenza, impotencia y tristeza, pero también amor propio, esperanza y fe en Dios, de ahí surgió el nombre de ésta página «Superación con Propósito».